Compartimos un texto homenaje a la Declaratoria de la Independencia. El texto es de Serafín J. García, poeta y narrador uruguayo que nació en 1908.
Romance del veinticinco de agosto
“Írritos, nulos, disueltos”,
cantaba el viento en los talas,
y acompañaban el canto
los boyeros con sus flautas.
“Írritos, nulos, disueltos”,
repetían las calandrias
mientras colgaban caireles
de música entre las ramas.
Y el clarín de los horneros
campo adentro repicaba
sembrando la buena nueva
entre un júbilo de alas.
Y aunque era invierno en el tiempo,
hasta grillos y chicharras
desherrumbraban sus élitros
para unirse a la cantata.
Estaba de fiesta el campo
y el monte lo acompañaba,
porque era fecha de gloria
para la tierra “orientala”.
Y el mismo cielo, allá arriba,
alternaba nubes blancas
con su azul, como ofreciendo
para la bandera franjas.
Cuentan que aquel veinticinco
fue de punta a punta el alba
ya que hasta la tardecita
parecía una madrugada.
Todo en él era comienzo,
todo en él era esperanza,
Y hasta el sol se detenía
para ver nacer la patria.
“Írritos, nulos, disueltos”
los actos que subyugaban,
el viejo afán artiguista
en fruto al fin se trocaba.
Y por eso “írritos, nulos,
disueltos”, todos cantaban,
hombre y ave, insecto y árbol,
flor y espira, viento y agua.
Serafín J. García
(De todos los romances)
Serafín J. García es un poeta y narrador uruguayo que nació en 1908 enel departamento de Treinta y Tres.
Como poeta, escribióen 1936 una de sus obras más conocidas: Tacuruses. Como narrador, suprimer libro de cuentos apareció un año más tarde y se llamó En carneviva.
Sus obras son valiosos testimonios de la literatura gauchesca ynativista. Murió en 1985.
“Írritos, nulos, disueltos”,
cantaba el viento en los talas,
y acompañaban el canto
los boyeros con sus flautas.
“Írritos, nulos, disueltos”,
repetían las calandrias
mientras colgaban caireles
de música entre las ramas.
Y el clarín de los horneros
campo adentro repicaba
sembrando la buena nueva
entre un júbilo de alas.
Y aunque era invierno en el tiempo,
hasta grillos y chicharras
desherrumbraban sus élitros
para unirse a la cantata.
Estaba de fiesta el campo
y el monte lo acompañaba,
porque era fecha de gloria
para la tierra “orientala”.
Y el mismo cielo, allá arriba,
alternaba nubes blancas
con su azul, como ofreciendo
para la bandera franjas.
Cuentan que aquel veinticinco
fue de punta a punta el alba
ya que hasta la tardecita
parecía una madrugada.
Todo en él era comienzo,
todo en él era esperanza,
Y hasta el sol se detenía
para ver nacer la patria.
“Írritos, nulos, disueltos”
los actos que subyugaban,
el viejo afán artiguista
en fruto al fin se trocaba.
Y por eso “írritos, nulos,
disueltos”, todos cantaban,
hombre y ave, insecto y árbol,
flor y espira, viento y agua.
Serafín J. García
(De todos los romances)
Serafín J. García es un poeta y narrador uruguayo que nació en 1908 enel departamento de Treinta y Tres.
Como poeta, escribióen 1936 una de sus obras más conocidas: Tacuruses. Como narrador, suprimer libro de cuentos apareció un año más tarde y se llamó En carneviva.
Sus obras son valiosos testimonios de la literatura gauchesca ynativista. Murió en 1985.
Declaratoria de la independencia: http://lamochila.espectador.com/lamochila_25deagosto.php?m=amp&nw=NzQ0
Literatura
http://lamochila.espectador.com/lamochila_25deagosto.php?m=amp&nw=MTE0Nw==
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